EDUCACIÓN EMOCIONAL

     

Las emociones forman parte de nuestras vidas, ya que se presentan en diversas situaciones o circunstancias. Saber controlarlas y utilizarlas nos permitirá afrontar determinadas situaciones que se nos presentan día a día, es decir, nos ayudará a desenvolvernos en nuestra sociedad.

El conocimiento, la comprensión y el control de las emociones son fundamentales para que a nuestros hijos les sea más fácil desenvolverse ante la sociedad.

Principios básicos dentro del campo de la inteligencia emocional:

1. Inteligencia emocional para controlar su ira.

En los primeros meses de vida  los niños necesitan de mucha atención y afecto por parte de los padres, debido a que les aportará mayor seguridad para adaptarse a su medio y así se sientan con la libertad y confianza de poder explorar y dominar algunos miedos que se vayan presentando. 

Se dice que a partir de los 6 meses el niño ya es capaz de enojarse al grado de llegar a golpear a sus padres y hermanos, solo por el hecho de que no se les haya dado lo que estaban pidiendo en su momento, de ahí la importancia de observar sus acciones para posteriormente corregirlas o detectarlas a tiempo y no se llegue a más.

2. Enseñar a reconocer las emociones básicas.

A partir de los 2 años ya se considera la edad adecuada para comenzar a enseñarles las emociones básicas, como: alegría, tristeza, miedo, enojo.

Es recomendable preguntar si les pasa algo y cómo se sienten, así como también por medio de dibujos se les puede ir enseñando cada una de las emociones, para que así el niño las vaya reconociendo e incluso ya después uno mismo puede hacer gestos y que el diga cómo se llama esa emoción.

3. Nombrar las emociones.

A partir de los 5 años ya es necesario que el niño al momento de comunicarse pueda expresar el por qué se siente triste, feliz o enojado, a esa edad ya deben de saber los nombres de las emociones.

4. Desarrollar su empatía.

Es importante y necesario enseñarles a que los demás también pueden estar tristes, felices o enojados, pueden realizar preguntas como: ¿Por qué crees que papá esté enojado? o ¿Crees que tu hermana se siente bien por lo que le dijiste?

5. Desarrollar su comunicación.

Hablar, jugar y hacer preguntas a los niños es importante para su desarrollo, ya que favorece el que puedan expresarse mejor, que den a conocer su opinión y sus sentimientos.

6. Enseñar la escucha activa.

Los niños desde muy pequeños deben saber en qué momento quedarse callados, resulta importante que aprenda a no hablar cuando alguien más ya lo está haciendo y tampoco interrumpir, debe aprender a escuchar cuando uno le dice que no, siempre y cuando también se les explique porqué es incorrecto.

Las emociones determinarán nuestra manera de afrontar la vida. Emoción, pensamiento y acción son elementos que se encuentran presentes en todo lo que hacemos a diario. La comprensión y el control de las emociones debemos tenerlas presentes en todo momento.

La infancia es el momento en que mejor se adquieren los aprendizajes, y el manejo de las emociones es un aprendizaje fundamental, ya que  nos permite adaptarnos, comunicarnos y desenvolvernos en sociedad. 

No olvidemos que la emoción va de la mano de la motivación, el motor para el logro de nuestros objetivos.